Tarde de toros en Coria con una Plaza llena de público

Se llenó la plaza de toros al reclamo  de la celebración del Festival Taurino enmarcado dentro de la programación de la V Feria Internacional del Toro de Coria.

Una tarde con sol y sombra con algo de viento al principio pero con buena temperatura y un cartel de figuras del toreo ha hecho que la tarde de este sábado, 23 de marzo, registrara una magnífica entrada la Plaza de Toros de Coria.

La presencia del rejoneador Andy Cartagena, los Matadores de Toros, El Cid, El Fandi, Antonio Ferrera y José Garrido ha atraído a mucho público, sin dejar para atrás al joven novillero de Trujillo, José Rojo y al jovencísimo becerrista local, Jorge Hurtado Hornos.

Se han lidiado cuatro novillos de La Peregrina y dos, primero y sexto, de Carmen Valiente, manejables en su mayoría.

Empezó el Festival con buen pie con la actuación de Andy Cartagena, que venía acompañado de ocho de sus impresionantes caballos. Cartagena convenció a un público expectante con varios adornos a lomos de sus bonitos corceles, caminando incluso a dos patas y saludando al tendido apoyando las patas de su caballo en las tablas.

Tuvo suerte con su astado que le dejó torear a gusto e hizo que le cortara las dos orejas, demostrando una vez más, que es todo un Maestro del arte del rejoneo.

Buen toro el de Ferrera que dejó que se luciera en una buena y larga tanda de pases con la muleta, incluso por la izquierda. Pinchó al entrar a matar a su toro, pero una segunda y certera estocada le concedió las dos orejas.

El Cid volvió a demostrar que es un diestro clásico, que a pesar de pinchar con la espada, el público le pidió una oreja.

Llegaba el turno de Fandi, ese torbellino que se mete al público en el bolsillo cada vez que se lo propone. Se ve que el torero mantiene sus cualidades, muy atlético en el arte de poner banderillas. Acertado con la espada se lo agradecen y le corta las dos orejas al toro.

José Garrido no quería ser menos y el pacense recibe al toro con una larga cambiada de rodillas. Gran faena la de Garrido con buenos, largos y limpios pases con la muleta. Su gran certeza con la espada le premia con las dos orejas.

El novillero Trujillano José Rojo estuvo valiente y con ganas de torear, a pesar de la poca luz solar que quedaba en el ruedo. El joven consiguió cortarle las dos orejas.

Para finalizar, llegaba el turno de Jorge Hurtado, un jovencísimo becerrita cauriense de 11 años que poco pudo hacer a su becerro, ya que la escasa luz apenas dejaba ver. Jorge salió con ganas y desparpajo pero poco pudo lucirse el muchacho. A pesar de todo, contaba con un público entregado, al clamor de “torero, torero” que le ha mostrado todo su apoyo.

En definitiva, una tarde de toros que ha hecho disfrutar a todos los aficionados que allí se encontraban y dando ejemplo de que los toros mueven a miles de personas, ya que la feria estaba abarrotada por todos los rincones.