Orejas y mucho público en el Festival Taurino de la Feria Internacional del Toro de Coria

Gran tarde de toros la que se vivió el Domingo de Ramos en Coria con un festival taurino mixto con picadores en el que el público disfrutó de los toreros y unos novillos que se dejaron llevar.

Una tarde fría y de viento que no impidió que la plaza de toros portátil instalada para la Feria del Toro de Coria estuviera casi llena.

Los novillos, el primero del Madroñal y el resto de Garcigrande, han dado buen juego para los toreros que cortaron orejas los que remataron con la espada y se las dejaron ir los que fallaron con el estoque como Juan Mora y Alberto López Simón, aunque ambos toreros hicieron una buena faena y estuvieron con ganas.

La tarde comenzó con el buen saber y estar del rejoneador, Leonardo Hernández, lidiando un novillo de la ganadería el Madroñal de Joaquín Herrero y al que le cortó dos orejas.

Al de Torrejoncillo, Emilio de Justo, le tocó un novillo algo más complicado pero el torero supo resolverlo y le cortó las dos orejas.

El sevillano, Manuel Escribano, demostró su gran torería y disfrutó de un público que se volcó con él, remató bien su faena y consiguió las dos orejas.

Algún susto que otro se llevó el público con el joven novillero Alejandro Mora que recibió alguna que otra voltereta, que por suerte no hubo que lamentar. Muy valiente y con ganas salió Mora y aunque estropeó su faena con la espada, el público le pidió una oreja.

Para finalizar la tarde de toros, los aficionados pudieron disfrutar del futuro de la fiesta, Jorge Hurtado, un niño de 10 años que lidió un becerro con ganas e ilusión por llegar a ser torero.

En definitiva, el Festival Taurino cumplió con las expectativas del empresario, Alberto Manuel Hornos, que ha manifestado sentirse muy contento y satisfecho con la actuación de los toreros, los novillos, y la gran afluencia de gente que ha tenido la Feria durante todo el fin de semana, que a pesar de la lluvia del viernes y el frio y viento durante el sábado y domingo, se pudieron celebrar todas las actividades programadas.