Cuatro caurienses viajan hasta la frontera de Ucrania para recoger a una familia

Más de 6.500 kilómetros en coche durante cuatro días para llegar hasta Úzhgorod, ciudad situada al oeste de Ucrania.

Desde Coria han partido, David, Fernando, Alejandro y Carlos para ofrecer ayuda humanitaria y para recoger a una familia ucraniana de seis miembros y traerlos a España.

En la tarde del pasado martes, 29 de marzo, cuatro caurienses partieron dirección  a Ucrania con el objetivo de ayudar a pequeños grupos de familias ucranianas a comenzar una nueva vida en España.

En concreto, llegaron hasta Úzhgorod, una ciudad situada en el oeste de  Ucrania en la frontera de Eslovaquia y cerca de la frontera con Hungría,  para recoger a una familia amiga de Lazslo, un ucraniano residente en la localidad de Coria que les ha ayudado como interlocutor para coordinar todo lo necesario en el destino, según han detallado.

Todos los trámites han sido coordinados con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), para tramitar los permisos de residencia y trabajo por un año de duración. La familia que han recogido estos cuatro chicos de Coria quedará alojada en un inmueble de la Comunidad Valenciana, propiedad de la compañía Rentaal y bajo el soporte económico de un grupo de personas miembros de una comunidad de carácter formativo gestionado por la empresa Tutellus, incluyendo la manutención de dichas familias durante el tiempo necesario.

Durante el tiempo de estar desarrollando esta iniciativa, David, Fernando, Alejandro y Carlos han ido contando con la ayuda de varias empresas de Coria y personas individuales, como ha sido el caso de los propietarios de la Cafetería Burbujas, Ramón y Julia, que han aportado una de las furgonetas donde han viajado y en la que han trasladado toda la ayuda humanitaria como material sanitario, medicamentos, alimentos e higiene personal, además dando soporte económico y logístico de manera totalmente voluntaria. Toda esta ayuda para el pueblo ucraniano la han llevado hasta el paso fronterizo con Hungría en Záhony.

Del mismo modo, estos cuatro voluntarios han querido agradecer la ayuda de Laura, que ha coordinado la recogida aportada por los trabajadores de Mercadona, también a Verónica de Idea Olivera que ha gestionado todo el material, a la oficina veterinaria con Millán Pulido, a algunas madres del colegio Camilo Hernández y a los niños del Virgen de Argeme “que con sus dibujos sacaron sonrisas en la frontera”, han añadido. También, han agradecido la ayuda de Alba, por la labor de recogida de material en la residencia de ancianos donde trabaja, algunas de las trabajadoras de la empresa Senpa que también han aportado material y muy reseñable la labor de Valentín, un amigo de Navalmoral de la Mata, que a través de sus compañeros del PP Moralo, consiguieron aportar muy buena parte de la ayuda recibida.

Cuatro días intensos en coche, más de 6.500 kilómetros a sus espaldas para ofrecer su ayuda a los que más lo necesitan en estos momentos. Para llegar al destino han parado en Zaragoza ,Génova y Budapest y para ellos ha sido una experiencia que “ha merecido la pena como pocas cosas que nosotros hayamos vivido”, han contado.

Por último, han querido agradecer a sus familias “la paciencia, comprensión y entereza” y han deseado mucha suerte a todos los refugiados “porque en ellos nos va nuestra  conciencia colectiva”.