Residentes de La Inmaculada reciben sus primeras visitas después de tres meses

Una larga espera la que han sufrido algunos de los residentes del centro geriátrico  La Inmaculada de Coria, ya que han estado tres meses sin recibir la visita de sus familiares.

Debido a la pandemia del coronavirus, que ha atacado de manera terrible a los ancianos, la residencia La Inmaculada, perteneciente a la Diócesis de Coria-Cáceres, cerró sus puertas para evitar la entrada del virus.

Esta medida, que fue llevada a cabo por el resto de residencias de mayores de Coria, ha conseguido que los residentes La Inmaculada se hayan librado del Covid-19.

El día de ayer algunos de los residentes pudieron disfrutar de la visita de sus familiares. Una visita “rara y distante, pero con mucha emoción para ellos”, señalan trabajadores del centro.

Con mascarilla, sin abrazos y con la distancia de seguridad pero con una felicidad infinita por ambas partes, residentes y familiares.